Existen un sinnúmero de errores que si no reflexionas y continúas cometiendo con frecuencia, pueden aniquilar tu prestigio como “Cazador de imágenes”. Estos descuidos comunes se deben en la mayoría de los casos, a una falta de análisis sobre los requerimientos de la toma por hacer y casi todos, tienen soluciones muy simples que si recuerdas y aplicas en cada ocasión que uses tu cámara, seguramente no volverán a repetirse. Conozcamos juntos a “Los diez más buscados”, los diez errores más comunes de los que debes mantenerte alejado para mantener a salvo tu reputación:
1. Imagen oscura
El primero de ellos es conocido en el bajo mundo de las luminarias como “El Tinieblas”:
la luz es la materia prima en cualquier disciplina que tenga que ver
con la captación de imágenes y la única forma de garantizar buenos
resultados en nuestras fotografías es contar con ella en abundancia, o
en caso contrario, compensar su ausencia de alguna forma. Lo primero que
hay que tomar en consideración es que las cámaras digitales, aún las
profesionales, son mucho menos sensibles a la luz que aquellas que
utilizan películas de nitrato de plata
y esto, representa una gran desventaja especialmente cuando se trata de
fotografía nocturna. Es cierto que la gran mayoría de las cámaras,
incluyendo las de tipo “Snaspshot”, cuentan con un pequeño flash
integrado pero lamentablemente, este tipo de dispositivos no ofrecen una
distancia crítica mayor a tres metros y medio. Es entonces necesario
que antes de disparar, procures mantener los sujetos u objetos a una
distancia tolerada por la potencia del flash que se esté utilizando.
2. Imagen movida
El segundo horror o error que persigue a los incautos en sus primeras experiencias fotográficas es “El Movido”,
y tiene mucho que ver con lo dicho en el punto anterior. Para ser
captadas con precisión, las imágenes en movimiento requieren de una
mayor velocidad de obturación, es decir que el tiempo de exposición de
la película o sensor a la escena debe ser muy corto, ya que de lo
contrario, se superpondrá varias veces la imagen del objeto en
movimiento hasta crear un efecto conocido como “Barrido”. Para que la
velocidad de obturación sea alta (es decir breve), es indispensable que
las condiciones de iluminación sean óptimas. En el caso de la fotografía analógica,
es posible adquirir películas de muy alta sensibilidad que facilitan
enormemente las tomas en movimiento, para los equipos digitales, algunos
poseen un modo de configuración que permite incrementar la velocidad de
obturación siempre y cuando, cuentes con la fortuna de asistir a las
carreras en un día completamente soleado.
3. Imagen desenfocada
El tercer error es el villano aliado de los optometristas y es conocido como “El Miope”.
Las fotografías “Fuera de foco” representan una verdadera molestia para
quien las hace, y pueden incluso llegar a generar crueles apodos como
“El Cuatrojos”. Un buen enfoque es crucial en cualquier fotografía y
puede lograrse fácilmente poniendo atención en los siguientes puntos:
4. Oportunidad perdida
El
cuarto error es probablemente el más perverso de todos. Cuando se hace
presente, mancha indeleblemente la reputación del fotógrafo de ridículo y
vergüenza. Se le conoce como “El Ausente” y se
manifiesta cada vez que se pierde el momento exacto de la fotografía por
falta de preparación. ¿En cuántas ocasiones se te ha escapado el
momento exacto en el que el festejado apaga las velas, porque la cámara
estaba tratando de enfocar en automático? ¿Cuántas veces se fue la
oportunidad de inmortalizar un espectacular atardecer en la playa porque
la pila se descargó? ¿Cómo pudiste permitir que se te fuera la
oportunidad de fotografiar un platillo volador, sólo porque la cámara
estaba guardada en su estuche? Una buena fotografía depende en gran
parte del sentido de la oportunidad y como mencioné antes, somos
cazadores de imágenes y la liebre siempre escapa ante el titubeo de la
escopeta. Asegúrate siempre de contar con todos los elementos necesarios
que te permitan enfrentar cualquier contingencia que se presente
durante el evento: baterías suficientes y con buena carga, películas o
memorias de sobra, una correa cómoda que te permita mantener tu cámara
siempre lista y a la mano, un paño suave o papel tisú por si es
necesario limpiar la lente,
y los accesorios adicionales siempre cerca (tripode, flash, lentes,
etc.), en una buena maleta que permita mantener todo protegido y en
orden.
5. Imagen en contraluz
El quinto error es el favorito de los malhechores bajo un programa de protección de testigos: “El Anónimo”,
y este error se produce cuando de forma accidental, se hace una toma a
contraluz. Por norma general, es importante asegurar que nuestro sujeto
principal sea el que se encuentra en mejores condiciones de iluminación.
Si el fondo refleja significativamente más luz que el centro de
atención, hay que tratar de exponer de acuerdo a los valores correctos
del sujeto principal y sacrificar el resto en la sobre exposición
resultante. Un ejemplo clásico de esta problemática es un retrato en la
playa, donde el sujeto se encuentra bajo la sombra y el fondo se compone
de la cálida arena y el mar que reflejan la furia del sol. Para tratar
de contra restar esta desfavorable situación, se debe colocar el flash
en modo activado, de esta forma aunque la cámara indique que no lo
requiere, el flash disparará y compensará un poco el alto contraste de la escena.
6. Ojos rojos
El
sexto error es un poco difícil de controlar y más que considerarlo como
un descuido, lo clasificaría como un accidente provocado por
influencias ultra terrenales. Se llama “El Diabólico”, y
se produce en las personas y especialmente en algunos animales como los
gatos que al ser fotografiados, reflejan en sus ojos infernales el alma
de un ser maligno...
En realidad, este efecto se produce cuando
el iris del ojo se encuentra muy abierto y ante la imposibilidad de
reaccionar a la misma velocidad del disparo del flash, la luz es
reflejada directamente en el cristalino creando el destello rojo
que vemos en la imagen. Para tratar de evitar este accidente lo ideal
es preparar a los sujetos colocándolos de frente a alguna fuente
luminosa o incluso, utilizar el modo de ráfaga de disparos previos (red
eye reduction), que algunas cámaras tienen disponible en sus
programaciones.
7. Encuadre descuidado
“El Descuartizador” es el temible mote que recibe el séptimo error de la lista y se refiere a un descuido en la composición
del encuadre. Nunca es placentero a la vista la mutilación de partes
que han sido excluidas de la fotografía como la cabeza completa de
alguien, una mejilla, la barbilla en un acercamiento extremo e incluso,
hasta manos y piernas cuando son significativas para la composición. La
mayoría de las cámaras analógicas y digitales, integran en sus visores
marcas de referencia con la intensión de prevenir este tipo de
equivocaciones, siempre y cuando, nos limitemos a encuadrar los sujetos y
objetos dentro de las líneas acotadas.
8. Imagen rojiza o azulosa
Una vez más se deja ver la importancia del conocimiento sobre las propiedades de la luz en otro error común: “El Daltónico”,
y este se produce cuando no calibramos adecuadamente la cámara a la
temperatura cromática de la fuente luminosa. La luz, dependiendo de su
emisor y el grado de filtrado que sufre antes de llegar hasta el lente,
posee diferentes temperaturas cromáticas que en los dispositivos de
registro visual, se traducen en diferentes gamas tonales que van desde
colores cálidos como el salmón, hasta colores fríos como el azul del
cielo. Esto resulta muy difícil de observar ante el ojo humano debido a
su asombrosa capacidad de adaptación, sin embargo, el color blanco no se
comporta de la misma manera en una toma exterior a las diez de la
mañana, que en un atardecer al punto de las seis. En el primer caso,
seguramente tendremos una aproximación más precisa al concepto del
blanco y en el segundo, el blanco resultará teñido por tonos rojizos
debido a la inclinación con la que incide la luz solar en nuestra
atmósfera al momento. El estudio de las temperaturas cromáticas
es una ciencia apasionante y compleja de la que se hablará más a fondo
en otro momento, por lo pronto y para efectos prácticos, si utilizas una
cámara analógica, puedes adquirir filtros “De corrección” que permiten
ajustar la percepción del lente a diferentes temperaturas cromáticas y
para el caso de los equipos digitales, la mayoría de ellos realizan un
ajuste de forma automática denominado “White balance” (balance de
blanco).
9. Referencias fuera de proporción
Cuando
uno protagoniza sus propios eventos, muchas veces asumimos que todo
mundo comprende igual lo que nosotros vivimos y esta suposición, genera
el noveno error de nuestra lista: “El Adivinador”. Este
error es especialmente común cuando se hacen tomas en eventos masivos o
escenarios con grandes objetos, y pretendemos que la silueta del
familiar que mide apenas 4 milímetros en comparación con el gigantesco
monolito que lo acompaña, sea reconocida por todo el mundo y que además,
se alcance a apreciar que en aquel entonces cuando se tomó la
fotografía, todavía usaba frenillos. Si lo que buscas es atestiguar la
presencia de alguien en paisajes u objetos monumentales, es mucho más
recomendable mantenerlos a una distancia cercana a la cámara y
encuadrados en un extremo, que hacerlos insignificantes colocándolos a
gran distancia.
10. Fallas en el equipo
El
décimo y último de la lista, es un error que hace evidente también el
grado de compromiso de la persona con la fotografía. Se titula “El Chatarras”
y se refiere a aquellas personas que toman pésimas fotografías
simplemente porque no procuran el cuidado que su equipo merece y lo
mantienen en condiciones precarias de operación. Huellas de grasa en las
imágenes, ralladuras, lentes estrellados, ausencia de flash por no
encontrarse en operación, y hasta residuos de tomate del bocadito del
último evento, son los síntomas claros de una persona que no valora ni
respeta la inversión que hizo en su instrumento y que por lo tanto, no
se encuentra verdaderamente comprometido con este fabuloso pasatiempo.
Debes hacerte al hábito de limpiar frecuentemente tu equipo con
instrumentos básicos como papel tisú para los lentes, brochas y aire
comprimido. Un mantenimiento preventivo con el distribuidor autorizado
del equipo un par de veces por año, también es una excelente idea para
hacer de tu equipo, una inversión placentera y perdurable que responda
fielmente a las exigencias que tu creatividad demande.
Para tener en cuenta.... y ponerlo en práctica.
Para tener en cuenta.... y ponerlo en práctica.
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