miércoles, 23 de julio de 2014

¿Y que tal si fotografiamos humo?


La fotografía abstracta no es una novedad, por otra parte la gente constantemente inventa nuevas –o reinventa viejas– versiones de técnicas fotográficas.
Fotografiar humo no es una tarea complicada y tampoco una rareza, y si nos interesa deberemos armarnos de paciencia para conseguir buenos resultados. Cualquier fotógrafo puede hacerlo...
Además es un buen ejercicio para aquellos que no cuentan con grandes recursos técnicos o para conocer los límites y posibilidades que nos brinda el flash.
Los resultados serán siempre muy interesantes. Comencemos entonces a experimentar con el humo en nuestras fotografías.

Para obtener la mejor fuente de humo para trabajar, podemos conseguir varas de incienso puro que se pueden comprar en la mayoría de los buenos supermercados chinos. Como alternativa, cualquier sahumerio o vara de incienso suficientemente largo debería servir.
Una vez que tenemos el humo, el resto es sólo congelar el movimiento y utilizar la iluminación correcta.
El factor técnico crítico es iluminar el humo adecuadamente para que resalte sobre el fondo.

 LOS MATERIALES NECESARIOS
  • Una tela negra
  • Un trípode
  • Alguna buena fuente de humo(y un lugar de aire calmo)
  • Un flash externo, o en su defecto una fuente de luz potente 
  • Un envase donde colocar la varilla de incienso
 
Para hacer las fotos necesitaremos un fondo negro.
El esquema de la derecha indica como poner los elementos, observándolo desde arriba.
Tanto si hemos optado por un flash externo o por una fuente de luz fuerte, hay que posicionarla de tal manera que quede perpendicular a la cámara.

Configuración de la cámara: 

Podemos disponer la cámara inicialmente a 1/160 con ISO 100. Como resulta difícil enfocar humo, es preferible enfocar una vez y mantener el enfoque en manual. Evita que haya corrientes de aire en la habitación, de lo contrario será muy complicado controlar el enfoque.
Un número de diafragma alto dará mejores resultados. La mayoría de las imágenes las tomarás con diafragma de 7 a 11. Obviamente estos valores van a variar dependiendo de tu flash, tu cámara y tu objetivo.
Para evitar errores,  dispara una foto de prueba y observa la exposición, si está demasiado clara u oscura ajusta la apertura hasta obtener una exposición correcta donde el fondo quede lo más oscuro posible y el humo este correctamente expuesto.
Este tipo de imágenes son más vistosas cuando puedes apreciar el volumen generado por los distintos tipos de luces.

Si el patrón de movimiento del humo se vuelve algo monótono lo que puedes hacer es utilizar elementos como una cuchara (foto de la izquierda) o un papel para orientar y dar al humo una dinámica distinta.
Verás que surgen formas distintas una y otra vez. Especialmente remolinos simétricos de aire caliente. A partir de ahora todo es fácil, solo es cuestión de cantidad de fotos, experimentación y paciencia. 

Colorear el humo
Seamos creativos. Si al final queremos darle un último toque personal a nuestras fotografías, podemos usar nuestros editores para retocar o virar los colores de la escena. También, cambia el flash de lugar, utiliza filtros de colores en él, juega con el humo con tus manos, con un tenedor… Puedes conseguir efectos increíbles si te lo propones.  La única forma de llegar más lejos, es probándolo por vos mismo… ¿qué estás esperando?



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