martes, 23 de diciembre de 2014

Nuestra mejor aliada: La luz

PARA CONOCER ALGO MÁS DE LA LUZ, RECOMENDAMOS LA LECTURA PREVIA DE ESTA NOTA: CLICK

La luz (del latín lux, lucis) es la clase de energía electromagnética radiante que puede ser percibida por el ojo humano. En un sentido más amplio, el término luz incluye el rango entero de radiación conocido como el espectro electromagnético.
La ciencia que estudia las principales formas de producir luz, así como su control y aplicaciones, se denomina óptica.

Para entrar un poco en el tema  podemos observar este video:

La importancia que tiene este tema se debe a que si podemos medir bien la luz, nos permitirá recoger de manera óptima toda la información que aparece en la escena.
TIPOS DE LUZ Y TIPOS DE LUMINOSIDAD EN FOTOGRAFIA

La iluminación en fotografía consiste en dirigir y rebotar luz hacia un objeto con la intención de que ésta pueda ser registrada por una película o un sensor electrónico CCD o CMOS. La luz resulta fundamental en la fotografía ya que sin ésta no es posible plasmar una fotografía. Aparte de ser un factor físico imprescindible en el proceso fotográfico, la luz posee una función plástica de expresión y modelado que confiere un significado y un carácter tal, que muchas veces ella sola determina la calidad de una fotografía, aunque esto depende del gusto propio del fotógrafo y la técnica que él mismo emplee.

Luz natural y artificial

La luz puede provenir de fuentes naturales o artificiales, y en cada caso posee una serie de características.

La luz natural es aquella que proviene del mismo sol y es influenciada en su paso por la atmósfera terrestre, además dependiendo de la hora del día puede dar diferentes matices en intensidad, dirección, dureza y color, dando por consecuencia que una luz apta para determinado trabajo tenga poca duración debido a la rotación de la tierra. Una ventaja de la luz natural es que permite hacer tomas fotográficas en exteriores y puede ser complemento a la luz artificial. La luz artificial es aquella que proviene de lámparas, spots, flashes y otros objetos luminosos controlados por el fotógrafo, teniendo como ventaja el poder manipular la dirección, color e intensidad de éstas. Sin embargo el uso de luz artifical resulta en un costo más caro de producción y además requiere de conocimientos técnicos para manejar las luces adecuadamente; dependiendo de la cantidad de luces en uso siempre puede haber un límite de la extensión de la superficie iluminable, por lo que la luz artificial suele ser complemento de la luz natural y viceversa.


Otro video que nos aclarará estos conceptos:


La luz visible está formada por vibraciones electromagnéticas con longitudes de onda que van aproximadamente de 350 a 750 nanómetros (1 nm=1 milmillonésimas de metro). Lo que conocemos como luz blanca es la suma de todas las ondas comprendidas entre esas longitudes de onda, cuando sus intensidades son semejantes.  

Al interactuar la luz con la materia es cuando se produce el color.
Al conjunto de radiaciones que tienen frecuencias muy próximas le damos el nombre correspondiente al color con que el ojo humano las identifica. Así, a las radiaciones agrupadas en torno a los 600 nm se las denomina color amarillo. Las que rondan el extremo del visible, próximas a 350nm, son las violeta etc. Más pequeñas, y ya no visibles por el ojo, son las ultravioleta que ya no son colores, son sólo radiación.




Las cuatro propiedades de la luz son:
  •  Dirección 
  • Intensidad
  • Calidad de la luz (suavidad o dureza)
  • Temperatura

Tan simple como eso. Si ponemos dedicación para reconocer, modificar y emular estas cuatro cualidades de la luz entonces estaremos dando un salto de calidad en la fotografía.  
El mejor consejo para obtener éxito es ser consciente y entender el comportamiento de la luz en situaciones de la vida cotidiana.

Calidad de la luz
Dependiendo de la calidad de la luz podremos saber si esta es dura o suave y percibir los distintos matices de dureza o suavidad.
La calidad, por tanto, afecta en cómo se van a ver las sombras y las luces y cómo será la transición entre ellas. Gracias a esto podremos saber el tamaño (aparente) de la fuente de luz.
Y digo tamaño aparente porque una luz que nos parece pequeña a nosotros, como es el flash, puede ser gigante para una hormiga.

Intensidad de la luz 
La intensidad de la luz es lo que conocemos por luminosidad, en una palabra cuánta luz hay, no de que tonalidad o color. Por tanto no debemos confundir la temperatura de la luz con la intensidad. Sirva como ejemplo que: aunque aumentemos el número de tubos fluorescentes en una habitación no habremos modificado el color de la luz, tan solo habremos aumentado su intensidad.
La intensidad se mide en Lux o Candelas por centímetro cuadrado.

Gracias al fotómetro, ya sea de tipo manual o incorporado en la máquina fotográfica, podemos medir la intensidad de la luz para asignar los valores apropiados de velocidad y diafragma, a fin de lograr una exposición correcta. 

Fuentes de luz 
La intensidad de la luz no solo está dada por la potencia de la fuente de esta sino también por su tamaño: cuanto mayor sea la superficie de la fuente de luz, más suave será esta y cuanto menor sea, más dura serán las luces que esta dibuje. Piénsalo de esta manera: el sol, a pesar de ser una estrella inmensa, en nuestro cielo es solo un circulo pequeño, es por eso que la luz que produce es dura, en cambio, al rebotar la luz en unas nubes, al estas tener una superficie mucho mayor (por su proximidad con la tierra) la luz en los días nublados es suave.
Si quieres obtener una luz suave utilizando un flash (fuente de luz intensa y pequeña) deberás dispersarla mediante algún difusor, ventana de luz, etc.

¿COMO MEDIR LA LUZ EN UNA FOTO?  
Este tema es importante, debemos conocerlo para obtener los mejores resultados y poner el mayor cuidado para sacarle provecho a nuestra cámara. Y vamos a considerar solamente la luz natural sin entrar en demasiados tecnicismos.

Exposición correcta
En fotografía se trata de captar una imagen por medio de la luz. Dependiendo de la cantidad de luz ambiente que haya, la imagen saldrá más o menos nítida. Este fenómeno se conoce como la “exposición”, es decir, el tiempo que la película pasa “expuesta” a la luz.
Una foto puede estar “subexpuesta” o sobreexpuesta” si ha recibido más o menos luz de la necesaria, provocando que la imagen se vea muy oscura o muy clara, perdiendo detalles.
¿Reconoces estos símbolos? 
Es hora de buscar este parámetro en nuestra cámara, se trata de los modos de medición de luz y cada uno puede ser utilizado en situaciones específicas a nuestro favor.  

Otros modelos de indicadores de medición de la luz en nuestras cámaras:

Las cámaras automáticas controlan el 100% de la exposición, es decir, mediante una evaluación de la luz presente, el chip interno interpretará dicho valor como una combinación de factores de exposición. Dependiendo de cuan “inteligente” sea la cámara, podrá resolver con cierto éxito muchas situaciones, pero en condiciones complejas (como por ejemplo, la presencia simultánea de luces brillantes y sombras), el automatismo nos podría entregar resultados poco deseados. Para solucionar parte de estos problemas, las cámaras automáticas modernas presentan algunos programas para situaciones específicas: retratos, paisaje, movimiento, etc.
Si estamos en modo M (Manual) deberemos saber y explicar lo que es el Exposimetro y cómo funciona.
La imagen de la izquerda nos muestra un ejemplo posible de  exposímetro y su comportamiento y, de acuerdo a los  valores del control de la exposición-(CLICK) deberemos compensarlos de tal manera que podamos colocar el indicador en el centro. Allí tendremos la exposición adecuada para nuestra foto.

La cámara nos sugiere lo que considera la exposición correcta según el modo de medición en que estemos trabajando, ya que los tres se comportan diferente.  
Me voy a permitir un consejo: Nunca dejemos que el exposímetro decida SIEMPRE que debemos hacer, será el fotógrafo quien decida como deberá ser la toma y para esto hay que practicar, practicar y practicar.

Ahora si, vamos a comentar los modos de medición.
El primer esquema de los anteriores refiere a la Medición Matricial ó Evaluativa aquí lo que hace la cámara es revisar toda la escena, dividirala en muchas partes y evaluar cuanta luz ocupa cada una de esas partes para mediante un promedio indicarnos la exposición que necesitamos mediante el exposímetro. Es usado la mayoría de las veces y se aconseja cuando la escena no tiene diferencias muy exageradas de luz.

El segundo refiere a la Medición ponderada al centro donde se le da una mayor importancia a lo que se encuentra en el centro de la imágen, deberemos utilizarlo si tenemos una diferencia muy marcada entre la luz de nuestro elemento principal en comparación con el resto de la escena, y la manera de aprovecharlo es colocando en el centro lo que queremos exponer bien, ajustando nuestros parametros de exposición y luego recomponiendo la escena.
El último de estos modos, llamado Medición puntual es muy útil en escenas con alto contraste, y nos ayuda a decidir más específicamente que zona de la foto queremos que salga bien expuesta, trabaja igual que el anterior al centro de la imagen pero aquí hay que decidir muy bien a donde apuntamos para que nos de el resultado deseado. De la misma manera colocamos al centro que es donde mide lo que queremos que salga con la cantidad de luz correcta luego recomponemos la escena.

Y por último, una foto que puede resumir varios de los conceptos descriptos más arriba:
La luz es a la fotografía lo que el oxígeno es al ser humano. Sin luz no hay foto.
Cuando camines por las calles, tengas o no tu cámara a mano, intenta tomar fotografías con los ojos buscando constantemente la luz. Las mejores fotos se toman con los ojos, aprovéchalos constantemente para luego, cuando tengas tu cámara en mano, puedas moldear la luz a tu gusto y placer.
Una fotografía bien iluminada hace la diferencia.
La obsesión de casi todo fotógrafo es encontrar una buena iluminación que justifique tomar la cámara y ponerse a crear espectaculares fotografías. La búsqueda constante de la luz, sea que tengas tu cámara en mano o no es algo que, con el correr de las fotos, te irá obsesionando. No puedes conformarte solo con el hecho de no haber encontrado una iluminación acorde a tus expectativas, la búsqueda de la fotografía perfecta no puede limitarse solamente a “tener suerte” o “estar en el momento justo”. La suerte hay que fabricarla y cuanto más trabajes para capturar esa fotografía que tanto deseas, más cerca estarás de obtenerla.

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