En fotografía, el término sensibilidad se utiliza para referirse a la rapidez con la que reacciona el material fotosensible a la acción de la luz. Cuanto mayor sea la sensibilidad (de la película o del sensor), menos exposición se necesitará para formar la imagen.
Y
para que nos entendamos, viene ser la sensibilidad que tiene el sensor de
nuestra cámara para recoger la luz.
El
origen de este concepto está en la sensibilidad de la antigua película
fotográfica, aunque se sigue manteniendo actualmente en la fotografía digital.
La escala de sensibilidades que podemos encontrar en las cámaras digitales incluye valores como 50, 100, 200, 400, 800, 1600 y aún mayores.
A efectos prácticos, lo que nos interesa saber es que el comportamiento de nuestra cámara digital muy es similar al de las analógicas, concretamente: