Pero lamentablemente no todo es así. Obtener una buena fotografía implica tener en cuenta muchas cosas más, que resultan ser simples y básicas, pero NO todo fotógrafo recuerda o aplica.
A continuación, te dejamos unos consejos que deberás
tener en cuenta al momento de salir con tu cámara o de intentar obtener tus
mejores fotos.
Comprueba tu equipo y lleva siempre repuestos: Hay
momentos que no se repiten. Cumpleaños, casamientos o cualquier ocasión que
queramos eternizar. Por esa razón tenemos que ser precavidos y asegurarnos que
nuestra cámara va a funcionar hasta el final sin inconvenientes. NUNCA está
demás revisar baterías, tarjetas de memoria, pilas, para que si algo se llena o
vacía, puedas cambiarlo. Si nuestra cámara ha sufrido alguna falla en algún
momento anterior durante su uso, debemos hacer una revisión y puesta a punto
por un servicio de confianza para evitarnos problemas posteriormente.
Siempre dispara en RAW: No todas las cámara tienen la
opción de obtener las fotos en formato RAW (o su equivalente en distintas
marcas) pero en el caso de tenerla es necesario utilizarla y repensar que vamos
a hacer con nuestras fotos, sobre todo en su almacenamiento.
“Si te interesa seriamente la fotografía, ¿para qué
disparas siempre en JPG?”, es una de las primeras frases que oímos cuando
hablamos con algún fotógrafo acerca de nuestra flamante nueva cámara, y le confesamos
que disparamos en JPG.
Disparar en RAW te va a permitir mayor margen de
actuación en la postproducción SIEMPRE, y tal vez ahora no lo valores, pero
cuando lleves dos años con tu cámara y pienses “vaya, esta foto de hace año y
medio es muy buena, pero la podría procesar mejor”, echarás mucho en falta
tener un RAW de la toma. Evidentemente, podemos usar el JPG para fotografías
más casuales en los que únicamente vayamos a tocar unas pocas curvas y
saturación, pero si hacemos un retrato que vayamos a querer imprimir en grande
o en el que queramos trabajar detalladamente en postproducción, deberemos
disponer de un RAW tanto por su calidad de imagen como por su resolución. No lo
olvides.
Un flash para controlarl bien la luz: El flash es un
accesorio muy importante en tu equipo fotográfico y te ayudará a
comprender y jugar con la luz, por lo que es una de las piezas clave cuando vas
a hacer fotografías. Si tu cámara posee la zapata correspondiente, lo mejor es
comprarse un flash externo con un trigger inalámbrico o disparador remoto, con
el que podremos iluminar nuestros retratos o rellenar con luz los eventos que
documentemos, dando mucha más vida y color al escenario. Cuanto más domines
esta importante pieza, mejor dominarás la técnica fotográfica, tomando
distancia de lo convencional y creando tu propio estilo.
Visualiza tus fotografías en grande: Hay mucha tendencia a
observar nuestras fotos en la pantalla de la cámara considerando que las fotos
fueron bien realizadas, y esta práctica muchas veces nos induce a creer que
hicimos todo bien. Si estamos realizando fotografía que deberá ser ampliada en
tamaño, necesitamos que la fotografía sea nítida cuando la veamos a 100%, cosa
que no siempre pasa por efectos de trepidación apenas perceptibles en la
pantalla de la cámara. No comprobar el detalle de la toma al 100% puede
arruinarnos una impresión de gran formato, debido a que estos fallos
durante la impresión se magnifican y se notan muchísimo, máxime si además la
foto la tomamos en un JPG de baja resolución, y con baja resolución se entiende
que es menos de 2500 píxeles el lado más ancho. Es para tener muy en cuenta.
Agua y polvo, los enemigos declarados de tu cámara: Como
podrás imaginar, la mayoría de las cámaras no fueron fabricadas para soportar
el polvo y la humedad. Por lo tanto debes tener mucho cuidado en situaciones
donde el agua o el polvo pueden representar un serio problema, como puede ser
una playa. Si nos vemos en la situación de hacer fotografías en este tipo de
escenarios, podemos intentar ‘sellar’ nuestra cámara con una bolsa de
plástico, atando una goma al objetivo, pero manteniendo fuera del equipo
pequeñas partículas de arena y evitando pequeñas filtraciones.
Explora las localizaciones antes de empezar con las
fotos: Explorar las localizaciones en las que van a obtenerse las fotos o
evento social es imprescindible para poder saber el espacio y luz de la
que dispondremos. El espacio es tan importante como la luz, y debemos tener
en cuenta que una mala posición en el peor momento puede fastidiarnos el
‘momento clave’ de la toma. Con esto quiero decir que antes de “sacar por sacar”,
deberíamos estudiar el entorno para obtener las mejores imágenes que podamos,
sin tener que preocuparnos por obstáculos, contraluces indeseados o cuestiones
que empañen nuestro trabajo. Observar ANTES es la clave.
Si tienes que trabajar con mascotas o bebés, adáptate a
ellos: La fotografía de bebés o mascotas es un tipo de fotografía delicada que
exige que siempre trabajemos en torno a los horarios del bebé o los movimientos
del animal para evitar molestias, por lo que debemos conocer los
horarios del recién nacido o las costumbres de nuestra mascota en
relación a sus descansos y hábitos, para que cuando intentemos las fotos, el
protagonista esté calmado, cómodo y preparado para evitar cualquier
inconveniente.
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